Las terrazas de los museos siempre son una buena opción para meriendas, cenas y comidas, ya os lo hemos contado alguna vez... Y si a esto le añadimos que suelen ser lugares bien decorados, con ese toque cultureta que los hace especiales, pues mejor que mejor.
Imaginad: un salón de té encantador, un frondoso jardín, tarta de zanahoria casera y el sonido del agua en una fuente. Así es el Café del Jardín en el Museo del Romanticismo de Madrid.
Detalle de la fuente en el centro del Café del Jardín
Mesas románticas donde las haya...
Terrones de azúcar en un bote de lo más vintage
Tartas caseras, mmm :)
Cubertería y vajilla "de la abuela"
Salón de té para los días de invierno
Recomendamos, como no, la tarta de zanahoria, está muy muy buena y es casera.
Y creemos que este es uno de esos lugares especiales a los que merece la pena ir a pasar la tarde leyendo un buen libro o incluso un rincón en el que pedirle a alguien que comparta el resto de su vida contigo ;)
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