jueves, 6 de octubre de 2011

A mí también me cambió la vida la manzana de Steve Jobs

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- ¡Que se ha muerto Steve Jobs!
- ¿Qué dices? Si acabo de mirar Twitter y no he visto nada...
- Pues sí, lo acaban de decir en las noticias...
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Resulta paradójico, ¿no? Mientras que la gran mayoría del planeta se hacía eco de la noticia del fallecimiento de Steve Jobs a través de un dispositivo que él mismo inventó, el iPhone, yo me enteraba esta mañana mientras desayunaba viendo el Telediario de TVE. Y es que, todavía, los grandes medios de comunicación, como la televisión, siguen teniendo su importancia aunque claro, lo que ha venido después, durante todo el día, ya es más cosa de redes sociales y, sobre todo, de Twitter.

Trending topic mundial, portada del 99,9% de los medios de comunicación online... hoy el mundo sólo hablaba de una cosa. Y desde Enejota, escribiendo este post en un MacBook Pro, puedo decir orgullosa que "a mí también me cambió la vida la manzana de Steve Jobs", y mucho...



Ya desde pequeña, y cuando digo pequeña es que realmente era muuuuy pequeña... yo veía el monitor este de colores semi transparente con una manzanita y le decía a mi madre "lo quiero en rosa para mi cuarto mamá". Jamás llegué a tenerlo. Ni siquiera sabía si era un ordenador, una televisión...Y jamás imaginé que, muchos años después, esa manzanita se convertiría en una parte fundamental de mi vida.


El primer producto de Apple que entró en mi vida fue el iPod shuffle, un regalo de cumpleaños de mi tía A.A.V creo... en plateado, color que, como habréis podido deducir por mis deseos de un monitor rosa, no me gustó, pero aún así lo disfruté. Eso sí: no terminaba yo de hacerme del todo a la idea de combinar el Ares o el eMule con iTunes... se me liaban demasiado las listas de reproducción y jamás conseguí tenerlo todo ordenado. Pero, aún así, el shuffle pasó mucho tiempo conmigo, hasta que lo perdí en un viaje a Barcelona (yo creo que se me cayó por la ventana del hotel cuando estaba sacudiendo la arena del bolso al legar de la playa...)


Para sustituirlo me gasté buena parte de mis ahorros en el siguiente modelo, el iPod nano, esta vez sí: en rosa. Lo grabé por detrás ("Carpe Diem" fue la frase que elegí) y el día que me llegó él paquete a casa creí que me iba a morir de la emoción de lo bonito que era. Aún lo conservo. Pensaba venderlo o regalarlo pero, después de la noticia de hoy y lo impactada que me hallo, he decidido que mejor me lo quedo de recuerdo :)


Así que Apple ya iba generándome más alegrías que disgustos...pero lo que no terminaba yo de ver era lo del iPhone, un dispositivo que (prácticamente) me costó una ruptura sentimental: lo de quedar para cenar/desayunar/comer y no dialogar porque la otra persona está sumida en su pantalla...es algo que no tolero, ni siquiera a día de hoy. Mi relación con iTunes cada vez iba mejor, mis listas estaban ordenadas... así que decidí dar un paso más y, lo cierto es que no sé muy bien por qué, les pedí a mis padres un MacBook Pro por mi cumpleaños.


Lo estrené el verano que me fui a vivir a Edimburgo, el mismo verano que en este MacBook me vi enterita la serie de Sexo en Nueva York. El mismo verano que me hice una cuenta en Skype y la utilicé para poder comunicarme con aquellos a los que más echaba de menos. Así comenzó mi historia con este Mac, y ahora ya no sabría trabajar con otro ordenador. En él creé este blog que estáis leyendo, en él hay miles de fotos y vídeos con cientos de recuerdos, en él he grabado fiestas con amigas gracias a Photo Booth (vídeos que jamás saldrán a la luz por cierto ;), en él he estudiado dos carreras, en él me creé una cuenta de Twitter y estrené mi Facebook, en él abrí un perfil de Google+ y lo olvidé al día siguiente... con él me licencié y con él he conseguido mi primer trabajo con contrato :) Demasiados buenos recuerdos. Es un Mac especial.

Y a raíz de todo esto vino el Magic Mouse, porque para poder hacer mi trabajo de fin de carrera tuve que trabajar con mi amiga S.G.H durante muchas horas con Photoshop, así que necesitábamos un ratón para el Mac y para no dejarnos los dedos... y, sin más, también entró en mi vida.

Después me fui a Tailandia, de viaje de fin de carrera. Un viaje que, los que me conocen, ya saben que me cambió la vida, sobre todo porque allí conocí a Jota y etc etc etc :) Y cuando volvimos a España sentí tal necesidad de tener todas las aplicaciones de fotografía y vídeo que mis compañeros llevaban en sus iPods e iPhones... que decidí comprarme el iPod Touch. Y, desde entonces, mis álbumes de fotos son mucho más bonitos, mis vídeos tienen un efecto vintage que me encanta y, sobre todo, voy al trabajo todos los días escuchando mis listas de Spotify Premium.


Ya sólo me quedaba el temido paso que dar: la compra del iPhone... y sí, efectivamente, desde el 29 de julio de 2011 este smartphone, el iPhone 4, entró en mi vida y no, no va acabar con mi actual relación sentimental porque yo hago un uso responsable de su pantalla y no, su pantalla (táctil) no me ha desesperado en ningún momento: me he acostumbrado perfectamente a ella y ahora me encanta :)


No me ha gustado nada la noticia de que Steve Jobs nos ha dejado. Esta mañana yo misma he tuiteado:

 Natalia Marin 

Se nos ha ido un grande,un genio,un fuera de serie... 

Pero todos estos dispositivos que me han cambiado la vida están conmigo y hoy he llevado mi iPhone en la mano más orgullosa que ningún otro día pensando: yo he podido ser una de las afortunadas por poder disfrutar de algo tan genial y revolucionario como esto. Allá donde estés yo sólo puedo decir un humilde "gracias", por cambiarme, cambiarnos, la vida y por hacérnosla mucho más fácil con todas tus innovaciones. Gracias iGenio ;)

@Nata297

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