Os propongo un post en el que desafiamos a la mala suerte (porque dicen que vestir de amarillo da mala suerte). Y es que si uno se lo propone todo esto de la vida es una mera cuestión de actitud. La suerte juega un papel importante claro está, pero cómo afrontemos los momentos es determinante a la hora de considerarnos o no unas personas afortunadas.
Amarillo, bienvenido seas a nuestros armarios...
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