Su filosofía es que las mejores esencias se guardan en frascos petisos, y no le falta razón. El local es pequeñito pero acogedor, sin problemas para cenar sin reserva un viernes y con comida de calidad. Lo que ellos llaman "Música para tu paladar. Grandes éxitos sólidos y líquidos".
La música es muy importante en La Petisa: su carta es lo que veis en la imagen. Sí, un CD!!
Y hay otros detalles de la decoración que hacen referencia a la música, como los manteles o las paredes.
Y decimos lo de que La Petisa es como un pequeño trocito de Formentera en Madrid precisamente por ese ambiente que crean la música, la decoración, sus dueños y la gente que está allí.
Sobre todo ahora, en verano, cuando uno sale de La Petisa parece como si de repente el mar fuera a aparecer ahí delante... ¡Pero no!
¿Y qué comimos?
Pues lo que pega fuerte en La Petisa son las tostas, que para una noche de verano sientan muy bien.
Os recomendamos de entrante la ensalada de tomate, nos conquistó desde su presentación en el plato ;)
Nos quedamos con ganas de probar algunos de sus postres, como sus panqueques argentinos o su crema de yogur griego. Pero los platos son tan contundentes que fue imposible!
Nos lo reservamos para la próxima vez porque, además, con guiños como éste el bar nos encantó aún más...
¡¡Feliz semana!!
Nos vemos por Twitter ;)